lunes, 5 de noviembre de 2018

CANALIZANDO A MADRE MARÍA



Querida hermana estoy aquí, para hablaros del Amor en su máxima y plena expresión.
Mucho se ha dicho ya sobre la importancia de amarse a uno mismo.

Amarnos a nosotros mismos es sin duda la única manera de Ser, de vivir el Amor en plenitud.

Pero a menudo confundimos la sed de “plenitud” que deriva de un ego insaciado con el único y verdadero Amor, aquel que deriva de la plena expresión del Ser en nosotros, nuestra única y verdadera esencia.

Ésta, no siempre nos pedirá, que nos complazcamos, que nos acicalemos, muy a menudo, nos acompañará, en un viaje por lodos, barros y fangos interiores, ya que en ellos, a menudo en forma de falsas creencias, de creencias limitantes…, hemos depositado pequeños fragmentos de nosotros mismos que anhelan ser rescatados de las lúgubres garras de creencias tales como no puedo, no sirvo, no soy capaz. Y en ese redescubrir que podemos, servimos y sí somos capaces, nuestro Ser se reconoce de nuevo a si mismo, puede hacer de nuevo honor a su verdad aquí en la Tierra, y es de nuevo capaz de vivir en harmonía con sus hermanos.
Si bella flor, todos estáis en este proceso, recuperando, abriendo las puertas a que la expresión de vuestro Ser, pueda de nuevo manifestarse.
Así es como de nuevo aprendéis a Amaros, RECONOCIENDOOS, recordando que siempre habéis sido, dignos y amados hijos de la existencia misma. Recordando que la conexión es inalterable, nada puede hacer que dejéis de Ser, dignos hijos/as de la Tierra y el Sol.
Desde aquí todo mi Amor para con todos vosotros/as, OS RECONOZCO, os reconocemos, y no podemos sino Amaros tal y como sois a cada momento. 


Recibido el lunes 5 de Noviembre de 2018


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