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| Arcángel Zazquiel |
La conexión con los seres que
habitan en planos de conciencia más elevados es algo inherente a la condición
humana, pues estos mismos planos se hacen eco de vuestra presencia aquí en la
Tierra.
Los velos se están corriendo, están
desapareciendo a la Luz de vuestras conciencias expandiendo el conocimiento de
quienes sois en realidad. Todo cuanto acontece tiene un único propósito aquí en
la Tierra, despertar a la realidad de quienes sois, despertar a la Luz y a la sabiduría
infinita que siempre os acompañan, despertar a la inocencia que nunca os ha
abandonado y observar de nuevo a la Luz del verdadero entendimiento.
Cuando algo te perturbe
simplemente vuelve a observar, deja que la Luz se filtre en cada una de las
experiencias, y vuelve a observar, serena y confiada, de que todo tiene un
propósito que no por oculto es inexistente. Vuelve a observar desde la
neutralidad, desde el no juicio, y permite que la experiencia se muestre ante
tus ojos a la luz de una nueva perspectiva.
Vuelve a observar, sin juicios,
sin haber decidido de antemano las causas, sin haber escrito desde la carencia,
los motivos por los cuales la situación se ha dado.
Vuelve a observar con los ojos de
un niño chico, vuelve a observar con un lienzo en blanco como fondo.
Vuelve a observar desde la
quietud de tu alma, desde la presencia de tu Ser, vuelve a observar desde el
silencio del ahora.
Y entonces, solo entonces,
descansa en la inmensidad de la Vida, en la plena presencia de tu Ser creador,
en la ausencia de guerra, de conflicto, en la simple plenitud de Ser uno con
todo lo que te rodea.
Nada te separa de la plenitud del
momento presente, que no sean tus juicios de valor, aquello que has aprendido y
aceptado como “correcto” pero que sabes bien que no te representa.
Ve más allá de las dudas, la
falta de confianza y los juicios de valor, para simplemente respirar con
conciencia y Ser quien verdaderamente eres.
Ve más allá de las carencias y
limitaciones que has adoptado como propias, para simplemente gozar de Ser tu
misma.
Ve más allá de la falta de valor
que te has atribuido, para sorprendente brillando cual luciérnaga en el bosque.
Respira con conciencia, pon la
mano en tu corazón y simplemente recuerda quien eres y a que has venido.
La luz no puede sino abrirse paso
entre las sombras que ha proyectado el olvido. Abraza de nuevo esas sombras,
esas dudas, ese olvido, y juntos regresar al hogar, respirando conscientemente.
Abraza la soledad, la
vulnerabilidad, y juntas respirad conscientemente este nuevo y único momento
presente.
Con Amor, desde el espacio en el que
todos somos UNO, tus guías.
Azrael y Zazquiel
